RUTAS DE SENDERISMO
Una ruta de senderismo que combina naturaleza e historia con un elemento común: el agua. El río Guadiana, la presa romana de Proserpina y el Acueducto romano de los Milagros son algunos de los puntos de interés. Se trata de una ruta de dificultad media, con unos 12-15 km. de longitud total. También se puede realizar la versión corta sin abandonar la ciudad de Mérida. Comenzamos el recorrido en la Alcazaba árabe (2) y comenzamos a cruzar el Puente Romano (1) sobre el río Guadiana.
Aproximadamente a un tercio de la longitud total del puente encontraremos una rampa a la izquierda, que baja hasta una de las islas centrales del Guadiana. Seguimos el sendero en dirección al puente nuevo (Puente Lusitania). En toda esta zona podremos contemplar multitud de aves que utilizan las islas y las orillas como zonas de nidificación.
Pasamos por debajo del Puente Lusitania y entramos en uno de los parques de la ciudad. Seguimos alguno de los senderos, dejando siempre el Guadiana a nuestra izquierda y un pequeño canal a nuestra derecha.
Al final del parque veremos un canal artificial más ancho que desemboca en el Guadiana, se trata de la canalización del río Albarregas. Cruzamos la carretera para remontar este canal y seguimos por uno de los senderos de la zona ajardinada, dejando el Albarregas a nuestra izquierda.
Finalmente llegaremos al Puente Romano sobre el Albarregas (11) y lo cruzamos en dirección norte para llegar a la Avenida Vía de la Plata.
Seguimos la avenida y la carretera que continúa en la misma dirección (antigua carretera de Cáceres) pasando el cementerio municipal, hasta llegar a una gran rotonda. Continuamos a la izquierda (oeste), siguiendo las indicaciones de Badajoz-Sevilla-Madrid.
Llegamos a otra rotonda en la que viene señalizada la carretera hacia Proserpina. Simplemente habrá que seguir la carretera hasta llegar al embalse romano.
Una vez en la presa, podemos tomar un descanso o pasear por los alrededores. Dependiendo de la época incluso podremos tomar un baño.
Comenzamos el regreso a Mérida y seguimos exactamente la misma ruta en sentido contrario, hasta llegar a la altura del cementerio. Cruzamos a la acera del cementerio y seguimos en dirección a Mérida. A pocos metros del cementerio nos encontramos una rotonda y cruzamos siguiendo siempre dirección sur. Justo en esa zona se encuentra al descubierto parte de la canalización romana que venía desde Proserpina. Seguimos la canalización en dirección sur y llegamos a un pequeño parque con árboles, donde podremos ver los restos de algunas de las columnas del Acueducto de los Milagros (12).
Continuamos en la misma dirección hasta llegar al acueducto. El Acueducto de los Milagros tenía unos 850 metros de arcadas y una altura máxima de 25 metros. Se construyó a finales del siglo I a.C. Recibe este nombre porque es un verdadero milagro que se haya conservado hasta nuestros días.
Cruzamos el Albarregas en dirección a lo que en su día fue el recinto amurallado de Augusta Emerita. Siguiendo aproximadamente la línea recta marcada por el acueducto encontramos un pequeño túnel que nos permite cruzar las vías del tren.
En el otro extremo podremos ver los restos de 7 de los pilares del acueducto, que forman un curioso ángulo con respecto a la línea principal del acueducto. Se debe a la forma original del acueducto en su entrada a la ciudad. Subimos a la calle principal (Marquesa de Pinares) y cruzamos a la acera de enfrente, para bajar (dejando el acueducto a la derecha) por esta misma calle hasta la esquina con la Calle Calvario, que aparece a la izquierda.
Subimos la Calle del Calvario y nos encontramos a la derecha con lo que fue el depósito de decantación y depuración del agua canalizada desde Proserpina. En la pared aparecen representados los últimos arcos del acueducto. Desde este punto se distribuía el agua a parte de la ciudad de Augusta Emerita (en época romana había otros dos puntos de suministro de agua).
Aquí damos por finalizado el recorrido. Podemos dirigirnos desde aquí a la Plaza de España (a 5 minutos de este punto) para tomar un refrigerio y un merecido descanso.
El Parque Natural de Cornalvo está situado entre varios municipios cercanos a la capital de Extremadura, Mérida. Acceder a él es fácil desde de la autovía N-V, por la salida de la localidad de Trujillanos, encontrándose rápidamente el Centro de Interpretación del Parque Natural de Cornalvo. Desde Trujillanos hay que coger la carretera que lleva hasta la presa romana y a mitad de este camino se encuentra el punto de inicio de esta ruta, el Cortijo de Campomanes. Es una ruta de dificultad baja aunque bastante larga, entre 25 y 30 kilómetros, en los que se suelen emplear entre seis y ocho horas. Otoño, invierno y primavera son las mejores épocas del año para recorrer esta ruta, que se puede hacer andando o en bicicleta. El recorrido se inicia en el Cortijo de Campomanes, una paraje rodeado de grandes encinas y junto a la carretera que une el centro de interpretación con la presa romana, a donde se llega rápidamente siguiendo el sendero.
Hay que cruzarla y bordear el pantano utilizando un camino que discurre entre encinas y alcornoques. Siguiendo el camino llama la atención el Berrocal del Rugidero, conocido así por el ruido que forma el agua al pasar por las piedras. Por el recorrido se atraviesa el Cordel de Santa María de Araya y se pasa cerca del embalse de Las Muelas. Al llegar al Cordel del Puerto se puede optar por dos rutas: la larga, con una extensión de 35 kilómetros, que rodea y atraviesa la Sierra Bermeja, subiendo a la Sierra del Moro y pasa muy cerca de los resto del castillo de La Atalaya; o bien continuar el trazado de la ruta corta, de 25 kilómetros, que también lleva a través de la Sierra Bermeja, pero cruzando por el lugar conocido como Cuatro Caños, punto de encuentro de los dos recorridos. A partir de ese punto la ruta discurre entre huertas, alcornocales y encinares hasta llegar de nuevo al punto de partida, el Cortijo de Campomanes, donde concluye la ruta. La fauna que se puede ver en el entorno está formada por buitres, milanos, grullas, cigüeñas, jabalíes, galápagos, abubillas, gaviotas reidoras, asnos, gansos, perdices, conejos, liebres, etcétera. Y en el embalse de Cornalvo viven el jarabujo, un pez endémico de la cuenca del Guadiana.
Esta ruta nos muestra el entorno de la bonita localidad de Alange. Son unos 12 kilómetros con dificultad media.
La ruta comienza en la Plaza de España de la localidad de Alange para luego bajarse hasta el Pantano para posteriormente subir al Castillo de la Culebra.. Desde este punto de la ruta hay unas espectaculares vistas tanto del pantano como del entorno de Alange.
Descenderemos del Cerro del Castillo para volver a la localidad y dirigirnos al Valle de la Jabata y de nuevo a la localidad donde nos ofrecen una visita al Balneario y sus Termas Romanas, estas ya existían en época de Trajano y Adriano (Siglo III). Una bonita ruta, solamente la dificultad de subir al castillo pero superable fácilmente y que merece la pena por las hermosas vistas.
Son termas medicinales utilizándose hoy día los mismos tratamientos para los que fueron construidas, la construcción son dos cámaras circulares destinadas en sus orígenes una para cada sexo, en el centro la piscina circulares y sobre ellas bóvedas semiesféricas con claraboyas en el centro.